domingo, 8 de julio de 2012

¡¡¡¡YAK!!!!



El Yak es un bóvido de gran tamaño y pelaje lanoso nativo de las montañas de Asia Central y el Himalaya, donde se encuentra tanto en estado salvaje como doméstico.
El Yak es un rumiante de gran tamaño que pertenece a la familia de los toros, vacas, etc.
Sus grandes cuernos les sirben de arma contra sus enemigos o depredarores como lobos...


                                             Historia                                                   

Se considera generalmente que el yak fue domesticado por primera vez en el Tíbet o sobre las pendientes norte del Himalaya, aproximadamente 2.500 años a.C., y es probable que hayan existido estrechos contactos entre el yak y el hombre desde siempre, a partir de las primeras migraciones a las altas montañas de Asia.
El yak doméstico difiere poco en apariencia de su antepasado salvaje, excepto que son bastante más pequeños, tienen cuernos más cortos y más finos, y el color del pelo puede ser negro, pardo, blanquecino, e incluso manchado de varios colores.
En la actualidad, la cifra de ejemplares de yak domésticos se calcula en más de un millón. Sobre las altas mesetas del Tíbet, durante la estación sexual, de julio a septiembre, se ha informado que yaks salvajes se mezclan con hatos de yak domésticos para cruzarse. El cruce entre las dos especies de yak produce un híbrido normalmente fértil.

                                  Características

Los yak salvajes son mucho más grandes que sus parientes domésticos. Los toros adultos alcanzan 1.5 - 2 m. a la cruz, y pueden pesar hasta 1.000 kg.
A mayores alturas, cuando los caballos se quedan rápidamente sin aire, los yak pueden fácilmente ganarles en carrera.
El dimorfismo sexual es muy pronunciado, siendo las hembras mucho más pequeñas que los machos.
El yak salvaje tiene cuernos muy largos, de hasta 90 cm., que son a menudo transformados en recipientes para la leche por los criadores nómadas. Los cuernos se encuentran en ambos sexos, aunque los de las hembras son considerablemente más pequeños y más cortos, en ambos casos crecen curvándose hacia atrás.
Las patas del yak son cortas y las pezuñas son grandes, como parte de una adecuada adaptación a los entornos montañosos. La longitud de la cola puede alcanzar los 60 cm.
Todos los yaks salvajes son marrón oscuro hasta casi negro, con una línea dorsal gris plateada, una banda gris alrededor del morro y una joroba sobre sus hombros.

                                  

                                     Alimentación

El yak se alimenta de plantas bajas y carecen de depredadores, aunque pueden sufrir el ataque (muy raramente) de los osos.
El Yak es un rumiante; es decir que primero los consume y luego consume su rumia. la rumia es parecido a bomitar la comida que se come y luego comérsela de nuevo.
Los yak desde siempre han estado gordos ( por decirlo así ) ya que tienen que soportar el frió de las montañas.
Tienen que comer mucho ya que son animales muy grandes y robustos.


                             

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