miércoles, 27 de junio de 2012

¡¡¡¡¡HIPOPOTAMO!!!!!




El hipopótamo  es del orden de los artiodactylos. El hipopótamo es un mamífero de cuerpo muy macizo cubierto de una piel gruesa y desnuda, patas muy cortas y enorme cabeza terminada en un morro ancho y redondo, con las fosas nasales abiertas en su parte superior. El color del hipopótamo es uniforme gris pardusco, aclarándose hacia rosado alrededor del morro, de los ojos.

                                     Hábitat

El hipopótamo vive en corrientes, lagos y lagunas con aguas permanentes, bordeados de herbazales. Desde el límite meridional del Sahara y el Alto Nilo a las fronteras de Suráfrica; hasta altitudes de 2.500 metros.

                                   Alimentación

El hipopótamo se alimenta de hierba que crece en las orillas de los ríos y de plantas acuáticas. Estos animales se abandonan las aguas del río al anochecer para comer hierba en la sabana a varios kilómetros de las riberas. Al amanecer están de nuevo en las aguas, que los liberan de los parásitos, Ies refrigeran y soportan el enorme peso de sus corpachones. Son muy voraces y comen hasta 60 kilos de materia vegetal en una noche.
Ver comer a uno de estos enormes animales no es un espectáculo agradable: la enorme cabeza del hipopótamo desaparece bajo el agua, donde arranca las plantas del fondo enturbiando el líquido a causa del fango removido; después el hipopótamo reaparece con un gran haz de tallos, tan grande que casi no puede sujetarlo con la boca; lo deposita en la superficie del agua y, acto seguido, lo va engullendo con lentitud y satisfacción; entonces por ambos lados de la boca cuelgan tallos y hojas, mientras del hinchado belfo gotea un jugo verdoso, mezclado con saliva; entretanto, los inexpresivos ojos parecen mirar al vacío y los enormes incisivos y los grandes colmillos se muestran en sus impresionantes dimensiones.
Muy distinto es lo que sucede cuando el hipopótamo se ve obligado a comer en tierra firme. Aproximadamente una hora después de la puesta del sol, el hipopótamo sale del río, con las orejas y los ojos dipuestos a captar la menor señal de peligro. En las proximidades de los poblados irrumpe en los sembrados y produce gravísimos daños, destruyendo muchas veces, en una sola noche, toda una plantación.


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