El tejón es un mustélido nativo del Viejo Mundo, de tamaño medio, que puede llegar a pesar unos 15 kg. El tejón tiene la cabeza alargada y triangular, con el cuerpo también alargado de hasta 90 cm de longitud de los que 15 a 20 cm corresponden a la cola.
Hábitat
El hábitat del tejón va desde la zona semiárida del Sudeste hasta
zonas de alta montaña. Aún cuando el hábitat preferidos es el de las
estribaciones montañosas, con cierta cobertura vegetal combinado con
pastizales amplios, donde puede encontrar lombrices de tierra, insectos y
frutos. La presencia de ganado (especialmente vacuno) también se ha
descrito como beneficiosa para la especie. Otro aspecto clave para su
presencia es la existencia de terrenos apto para excavar las tejoneras.
Alimentación
El tejón come una variedad muy amplia de alimentos, por lo que se
consideran como omnívoros. Así se alimentan de insectos, particularmente
abejas y miel, de donde proviene su nombre latino de Meles (miel en
latín), de otros invertebrados, de mamíferos, de reptiles pequeños,
maíz, frutas y plantas, en general, sin desdeñar la carroña.
En las Islas Británicas y norte de Europa el componente básico de
su dieta son las lombrices y gusanos, mientras que en Europa meridional
los tejones comen sobre todo insectos, lombrices, fruta y cereales. Muy
raramente el tejón entra en corrales o establos por su miedo al hombre.
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